Este tratamiento contra el cáncer solo estaba disponible en dos centros privados. El proyecto podría estar listo para atender pacientes en 2026.
Las cifras del cáncer van en aumento cada año que pasa. Este
año, la SEOM prevé que se diagnostiquen 286.664 nuevos casos y se espera que en
2040 alcancen los 341.000. Por suerte, las terapias contra el cáncer evolucionan
a pasos agigantados y cada vez son más sofisticadas, más eficaces y menos
agresivas. Los pacientes sufren menos efectos secundarios, o son más leves, y
su recuperación es más rápida. Una de esas nuevas técnicas es la protonterapia,
una modalidad de la radioterapia. En España solo existen dos unidades médicas
donde se aplique y pertenecen al sistema privado. Ahora, Galicia ha comenzado
la construcción del primer
centro de protonterapia de la sanidad pública.
La unidad estará situada
en el complejo hospitalario de Santiago de Compostela y contará con dos equipos
para ofrecer el tratamiento a los pacientes es un “proyecto ambicioso y con vistas al futuro”,
destaca Julio García, exconsejero de Sanidad de Galicia y radiólogo. Tendrá una
sala de tratamiento y otra dedicada a la investigación, que podrá emplearse
también para tratar pacientes si la demanda lo requiere.
Las dos máquinas de protonterapia con las que contará este
centro forman parte de las diez que donó la Fundación Amancio
Ortega a la sanidad pública en 2021. El proyecto es una colaboración entre
esta fundación, el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas. Cuenta
con un presupuesto de unos 50
millones de euros y se espera que esté listo para atender
pacientes en septiembre de 2026, cuenta Julio García Radiofisico Hospitalario y
ex conselleiro de sanidad de Galicia.
Galicia será la primera, pero no la única comunidad en contar
con esta tecnología para sus ciudadanos. Antonio José Conde, coordinador de la
Plataforma Multidisciplinar de Prontoterapia de la Sociedad Española de
Oncología Radioterápica y jefe de Oncología Radioterápica en el Hospital de La
Fe de Valencia, cuenta que en total se construirán 10 centros de protones distribuidos por
España. El del hospital valenciano, por ejemplo, comenzará sus
obras en julio, añade. Las otras comunidades autónomas contempladas son el País
Vasco, Cataluña, Madrid, Andalucía y Canarias, pero el gallego será el único
con una unidad de investigación, recalca García.
Una vez que el proyecto
culmine y estén todos en funcionamiento, España se convertiría en el país con mayor acceso
público a la protonterapia, destaca el oncólogo. También hace
hincapié en la oportunidad que supone para Galicia ser la pionera en este plan:
“El primero anima a que se sigan desarrollando las otras iniciativas”. Se
espera que el centro atienda a pacientes no solo de Galcia, sino también de
Castilla y León, una parte de Asturias e, incluso, ciudadanos portugueses.
Diego Azcona, radiofísico hospitalario en la Clínica
Universitaria de Navarra y miembro de la Sociedad Española de Física
Médica (SEFM), advierte de que es importante tener en cuenta la formación
que requieren los profesionales para trabajar con esta terapia. Hace falta personal muy
especializado para aplicar los tratamientos y manejar las
máquinas. García aclara que las plazas todavía no están adjudicadas y que, una
vez esté seleccionado el personal, se le dará la formación pertinente para que
puedan realizar correctamente su trabajo.
El exconsejero añade que
la cantidad de personal dependerá del rendimiento del centro y de la afluencia
de gente que tenga. Para que una de estas unidades funcione requiere oncólogos
radioterapeutas, radiofísicos hospitalarios, enfermeros, técnicos superiores en
radiología y en diagnóstico de imagen, auxiliares clínicos, celadores y
anestesistas. Estos últimos son necesarios en casos puntuales, por ejemplo,
para algunos niños que necesitan
sedación para recibir el tratamiento, cuenta García.
¿En qué consiste la
protonterapia?
La protonterapia, como
su propio nombre indica, utiliza protones para acabar con las células
tumorales. Estos son casi dos mil veces más pesados que los electrones del
tumor y al impactar contra ellos son más eficaces que la terapia de fotones
tradicional. “Es
como si un tren choca con una bicicleta”, ilustra Diego Azcona,
radiofísico hospitalario en la Clínica Universitaria de Navarra y miembro de la
Sociedad Española de Física Médica (SEFM).
Una de las ventajas que
presenta es que es
menos dañina e invasiva con el tejido sano porque permite
regular y ser mucho más preciso con la cantidad de radiación que se aplica.
Conde, explica que se
emplea en pacientes en los que se quiere reducir al máximo la irradiación de los tejidos sanos.
Por ejemplo, en pacientes pediátricos o cuando el cáncer está muy cerca de un
órgano crítico que no puede tolerar esa dosis de radiación que se daría con la
radioterapia normal. Algunos ejemplos son tumores celulares, sarcomas y
glaucomas, detalla Diego Azcona, radiofísico hospitalario en la Clínica
Universitaria de Navarra.
Conde, de la SEOR, insiste en que es “muy importante” el hecho
de que esta tecnología pueda estar disponible
en la sanidad pública y quién lo necesite pueda
beneficiarse de ello sin ningún coste. Recuerda también la calidad de los
tratamientos en España y que el país cuenta con unos estándares en radioterapia
al más alto nivel europeo.
La entrada de la
protonterapia en el sistema público no significa que la radioterapia quede
relegada. De hecho, “probablemente, la mayoría de pacientes se tratarán con
radioterapia”, cuenta el oncólogo. Una vez que cada unidad esté en
funcionamiento, habrá
que valorar que evaluar cada caso y decidir quienes
tendrán más beneficios con los protones y quienes con los fotones, detalla.
Fuente documental:
https://www.elespanol.com/ciencia/salud/20240422/protonterapia-llega-sanidad-publica-primera-unidad-financiada-amancio-ortega/848915526_0.html
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