jueves, 16 de abril de 2020

Se fue sin el derecho a "UNA MUERTE DIGNA"

Pídeme lo que quieras
Mi padre tenía 74 años. Un estado envidiable de forma y una personalidad que enamoraba. Sólo tenía una fibrilación auricular e hipertensión, ambas controladas, pero que ni por esas llegabas a seguirle el ritmo caminando. Mi padre hace 14 días empezó con fiebre después de haber estado unos días acatarrado. Poco, no llegaba a 38, y sólo un pico aislado en la tarde-noche. No llamamos a ningún teléfono porque "ni tenía fiebre alta ni dificultad respiratoria", que es lo que nos decían desde la televisión y los medios. No hay que saturar el sistema. A los 3 días se le quitó, y nosotras, ilusas, nos relajamos. Pero comenzó a estar muy cansado. Normal, dentro de los síntomas de la enfermedad. "Papá, pero de flojo o de que te falta el aire?", "de flojo hija, respiro bien". Y es cierto que su voz seguía tan potente como durante toda su vida docente. No sabemos si él también dudaba, si no quería preocupar o si tenía miedo. El caso es que el 27 de marzo ingresó en urgencias en el Hospital del Tajo. Neumonía multilobar. Pasa la tarde estable y el médico que habla con mi hermana, enfermera, le dice que va a ingresar en planta. Mi hermana le dice que si realmente está para planta y el médico le dice que sí, pero que en caso de necesitar UVI NO tendría por criterio de edad. La cara de mi hermana, acostumbrada a darlo todo por pacientes muy cascados de 90 años se convierte en un poema. Su padre, con un estado basal previo magnífico, no tiene derecho a un respirador.
Por desgracia a lo largo de la tarde comienza a empeorar y así se desata su particular pelea contra la muerte con únicamente una mascarilla con reservorio como arma. Aún así se estabiliza, aunque el pronóstico es malo. Lo suben a planta el sábado por la tarde. Con sanitarios en la familia intentamos desesperados mover hilos para conseguir tocilizumab, un medicamento que en algunos pacientes está frenando la inflamación pulmonar que produce el covid-19. Pero en el Hospital del Tajo nos dicen que es ilegal poner un médicamente externo. En medicina de guerra no hay respiradores pero resulta que tampoco se puede levantar un poco la mano ni en una situación así. Y lo mejor, se lo tenían que pedir a él específicamente, el LUNES, recibiéndose el MARTES porque la farmacia de Sanidad NO ABRE LOS FINES DE SEMANA. Algo totalmente incomprensible con la que está cayendo.
Mi padre aguantó como un jabato hasta el martes, pero fue tarde, y ese día comenzó a desaturar. Nos llamaron por la tarde para despedirnos. Por la desorientación de la hipoxia se había quitado la mascarilla y nadie se había molestado en colocársela de nuevo, fue mi hermana quién lo hizo dedicándole sus últimas palabras.
Al día siguiente mejoró algo, pensamos que quizás había sido por el tocilizumab, y mi hermana insistió en que le pusiesen las tres dosis que inicialmente se habían acordado como efectivas. "Lo sentimos, con los recortes ahora se pone una dosis sólo".
Mi padre falleció el día siguiente, tras una nueva remontada que siempre nos llenará de orgullo. Pero se fue sólo, y se fue sin el derecho a UNA MUERTE DIGNA. Hoy lo incineran y, por supuesto, no podemos acudir a dar un último beso a la caja.
Pero nos mienten. Nos dicen que el sistema no está colapsado, nos dicen que se han hecho las cosas bien. NO cortaron esto a tiempo, NO impidieron contactos personales a tiempo, NO prohibieron masificaciones de personas hasta que fue tarde, NO se aprendió de Italia, ni mucho menos de China. NO hay UVIS si tienes más de 70 años, y aunque haya camas libres ajo y agua, se reservan para gente más joven. La farmacia de Sanidad NO sirve los fines de semana medicamentos cruciales en este momento. Se está quitando el oxígeno a ciertos pacientes porque hacen falta camas para otros.
El Sistema está poniendo una almohada en la cara a la generación que lo levantó, por falta de previsión. Y encima lo están tapando tras un telón de mentiras.
Papá, descansa, tú que puedes. Nosotras iremos transformando estas heridas abiertas en profundas cicatrices a base de lorazepam y de las sonrisas de tus nietos que tanto te echan de menos. Pero para sanar, cuando todo esto pase, muchos de nosotros querremos explicaciones y responsabilidades, que no te quepa duda. No has cotizado toda tu vida para tener este final. Me niego.
PD: es la primera vez que escribo algo en rrss de este proceso, pero lo necesitaba. No suelo aceptar llamadas, a veces si tengo fuerzas contesto algún WhatsApp. Pero, por favor, que la verdad VUELE.
Ana ojos de canica.

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