El medicamento MSC-1
ha superado con éxito su primer ensayo en pacientes
Actúa contra la
proteína LIF, que está alterada en la mayoría de cánceres de páncreas y de
glioblastomas, el tipo más común de tumor cerebral
Un innovador fármaco que tiene una doble acción contra
el cáncer, potenciando la capacidad antitumoral
del sistema inmunitario e inhibiendo la capacidad de
generar metástasis, se ha ensayado por primera vez con éxito en pacientes.
El fármaco MSC-1, desarrollado en el Instituto de Oncología de Vall
d’Hebron (VHIO), bloquea una proteína llamada LIF. Esta proteína favorece
la progresión de alrededor del 80% de los cánceres de páncreas, el 60% de los
glioblastomas -el tumor cerebral más común, el 35% de los de ovario, el 15% de
los de pulmón y posiblemente porcentajes más bajos de otros tipos de tumor.
Los cánceres que se podrían tratar
El fármaco MSC-1 bloquea la proteína LIF, que está activa en el 80% de
cánceres de páncreas, el 60% de glioblastomas cerebrales, el 35% de cáncer de
ovario y el 15% de los de pulmón
“Estos son los casos que esperamos que se beneficien
de una terapia contra la proteína LIF”, declara Joan Seoane, investigador Icrea
en el instituto VHIO y director del trabajo, quien recuerda que “los cánceres
en que LIF está activa suelen ser agresivos y tener mal pronóstico”.
El origen
del proyecto se remonta al año 2009, cuando Seoane descubre que LIF favorece la regeneración de
las células madre tumorales. Estas células madre son clave en la
reaparición de tumores después de un tratamiento, ya sea en el mismo órgano
donde apareció el tumor inicial o bien en otros órganos en forma de metástasis.
Joan Seoane,
director del proyecto, junto a las investigadoras Ester Bonfill-Teixidor y
Mónica Pascual-García, en el Instituto de Oncología de Val d'Hebron (VHIO)
(Xavier Cervera)
Pensando que
bloquear LIF puede ser una estrategia eficaz contra algunos cánceres, el
investigador solicita dos patentes con la perspectiva de desarrollar fármacos.
Junto a
Judit Anido, bióloga y emprendedora que tiene formación tanto en investigación
del cáncer como en administración de empresas, funda la compañía Mosaic
Biomedicals. Desarrollan un anticuerpo para bloquear la proteína LIF y se
asocian a los hospitales Memorial Sloan Kettering de Nueva York (EE.UU.) y
Princess Margaret de Toronto (Canadá) para realizar un ensayo clínico en
pacientes que tengan la proteína LIF activada.
Paralelamente,
Seoane continúa investigando cómo afecta al proteína LIF a la evolución de los
tumores. En una investigación que
presenta hoy en la revista Nature Communications ,
ha descubierto que, cuando LIF se activa, el sistema inmunitario deja de atacar
las células tumorales.
Primeros resultados
El primer
ensayo clínico, con 41 pacientes, ha demostrado que le fármaco no tiene efectos
secundarios significativos.
“Es algo que nos ha sorprendido, es
realmente extraordinario”, declara Seoane. Lo extraordinario es que la razón de
ser de LIF en el cuerpo humano es favorecer el desarrollo embrionario, y que el
cáncer reactiva un mecanismo que estaba apagado desde los primeros días de la
gestación.
Y aún más extraordinario es que el embrión utiliza la misma proteína para
dos objetivos aparentemente independientes como regenerar sus células madre y
evadirse del sistema inmunitario de la madre cuando se implanta en el útero, y
que el cáncer se aprovecha por igual de ambas capacidades.
“El cáncer no inventa la rueda, sino que secuestra un mecanismo que ya
existía”, señala Seoane. “Los mamíferos han tenido que resolver el
problema de hacer que un organismo crezca dentro de otro sin ser atacado por su
sistema inmunitario. El cáncer se aprovecha de esto”.
Próximo estudio
Este año está previsto iniciar un segundo ensayo con 150 pacientes para
evaluar la eficacia del MSC-1
Posiblemente, en la historia de la vida, LIF aparece inicialmente para
facilitar la replicación de células madre en embriones. Después, cuando
aparecen los mamíferos placentarios, utilizan esta misma proteína para que los
embriones se puedan implantar en el útero sin ser detectados por el sistema
inmunitario de la madre. Y actualmente la utilizan los tumores para escapar del
sistema inmunitario y formar metástasis. “Es una hipótesis plausible, porque en
todos estos casos LIF silencia genes que promueven la diferenciación de las
células, aunque no está demostrada”, señala Seoane.
Más allá de las razones biológicas sobre cómo funciona LIF, la
investigación abre la vía a aplicaciones médicas que podrían mejorar el
pronóstico de distintos tipos de cáncer. En el primer ensayo clínico del
fármaco MSC-1 han participado 41 pacientes con cánceres de páncreas, ovario y
pulmón de los hospitales Vall d’Hebron, Princess Margaret y Memorial Sloan
Kettering.
Según los resultados presentados en abril en el congreso de la Asociación
Americana de Investigación del Cáncer celebrado en Atlanta, el fármaco que
inhibe la proteína LIF no tiene efectos secundarios, ni tan solo a dosis altas.
“Los mamíferos han tenido que resolver el
problema de hacer que un organismo crezca dentro de otro sin ser atacado por su
sistema inmunitario. El cáncer se aprovecha de sto”
Aunque es inusual que un fármaco no tenga efectos secundarios, en este caso
es lógico porque LIF no parece tener ninguna función después de la etapa
embrionaria, señala Seoane. En experimentos en que se ha eliminado
completamente la proteína LIF en ratones, no se ha observado ningún efecto
secundario aparte de la infertilidad, que se explica por la incapacidad de los
embriones de desarrollarse e implantarse en el útero.
El primer ensayo, como es habitual, no estaba diseñado para evaluar la
eficacia del fármaco, sino únicamente su seguridad. Para conocer su
eficacia, está previsto iniciar un segundo ensayo clínico con 150
pacientes este mismo año. Por ahora, los únicos indicios de eficacia corresponden
a experimentos realizados con ratones, en los que se ha visto que MSC-1 frena
la progresión de los cánceres en que la proteína LIF está activada y aumenta la
supervivencia. Los primeros resultados en personas se esperan a finales
del año próximo.
De cara al futuro, el hecho de que MSC-1 no haya tenido efectos
secundarios abre la vía a administrarlo en combinación con quimioterapias
o inmunoterapias para mejorar la eficacia. Un tratamiento combinado,
además, podría reducir la probabilidad de que el cáncer se vuelva resistente a
los fármacos, al igual que ocurre con los tratamientos contra el VIH.
Está previsto investigar también en qué fase de la enfermedad es mejor
iniciar el tratamiento. Aunque los primeros ensayos clínicos se realizan en
pacientes con cáncer avanzado, el hecho de que LIF favorezca las metástasis
sugiere que el fármaco estaría indicado para pacientes que aún no las han
desarrollado.
Por ahora, el equipo del VHIO ha desarrollado un test de detección de
LIF para identificar a los pacientes que se podrían beneficiar del
tratamiento con MSC-1.
Filantropía y financiación europea
La investigación ha salido adelante gracias a la financiación de la
Asocaición Española Contra el Cáncer, el consejo Europeo de Investigación y las
fundaciones Fero, Cellex, BBVA y la Caixa
Desarrollar la idea a lo largo de estos diez años “ha sido verdaderamente
un trabajo de equipo en el que han intervenido cirujanos, oncólogos, patólogos,
farmacólogos… excelentes profesionales de muchos centros de aquí y de otros
países”, señala Seoane. Y agradece especialmente la financiación de la
Asociación Española Contra el Cáncer, el Consejo Europeo de Investigación y las
fundaciones Fero, Cellex, BBVA y La Caixa, “porque sin su apoyo esto no hubiera
sido posible”.
Si los próximos resultados confirman las expectativas depositadas en MSC-1,
llegará un punto en que deberá pasar a manos de una multinacional porque Mosaic
Biomedicals no tendrá la capacidad financiera de completar el desarrollo de
fármaco y comercializarlo para que llegue a los pacientes.
Pero “personalmente es muy gratificante ver cómo un producto que nosotros
hemos creado empezando de cero puede mejorar la vida de los enfermos”, declara
Seoane.
Fuente documental:

No hay comentarios:
Publicar un comentario